Objetivos: Los abscesos intramedulares espinales representan una forma muy rara de absceso en el sistema nervioso central. Hay menos de 150 casos reportados en la literatura. Ocurren con mayor frecuencia a nivel torácica y lumbar en pacientes con defectos congénitos de la línea media o anomalías anatómicas. La medula cervical está involucrada en el 36% de los casos. La incidencia de los abscesos intramedulares espinales es desconocida. El diagnóstico temprano y la pronta intervención son cruciales para prevenir la morbilidad y mortalidad significativas asociadas. Presentamos un caso de absceso intramedular espinal cervical causada por Lysteria monocitogenes.

Métodos: Paciente mujer de 64 años de edad con antecedentes de Artritis Reumatoide en tratamiento con metotrexato, prednisona y golimumab que acude a urgencias por cuadro de ± 6 días de evolución caracterizado por paresia braquicrural derecha que progresa hasta hemiplejia, fiebre y retención aguda de orina. En RM cervical de urgencia se evidencia colección intramedular que se extienden desde C2 a C7 compatible con absceso intramedular cervical C2-C7.

Resultados: La paciente fue intervenida de urgencias, se realizo laminectomía C3 a C7 y evacuación de absceso intramedular mediante mielotomía microscópica sin incidencias, con evolución posquirúrgica satisfactoria presentando mejoría de la plejia derecha hasta 2-/5 con tratamiento rehabilitador. El resultado del estudio microbiológico de la muestra reporto crecimiento de Lysteria monocytogenes sensible a gentamicina, ampicilina y cotrimoxazol. La paciente recibió tratamiento con ampicilina IV durante 6 semanas y posterior antibioticoterapia vía oral con cotrimoxazol.

Conclusiones: La Lysteria monocytogenes es un patógeno poco común en adultos, aunque una infección oportunista puede ocurrir en pacientes con linfomas y estados de inmunodeficiencia en usuarios de corticosteroides o fármacos citotóxicos. El manejo óptimo del absceso espinal intramedular no está claro, sin embargo, las series de casos retrospectivos comparativos han demostrado que la combinación de antibioticoterapia y drenaje quirúrgico ofrecen los mejores resultados (nivel 3).