Objetivos: Conocer la organización de la asistencia al TCE grave así como el manejo inicial de estos pacientes en los servicios de neurocirugía de España.

Material y métodos: Se diseño un cuestionario de 22 preguntas dirigidas a conocer el perfil general de los pacientes, las características generales de los hospitales, la atención inicial, las técnicas de monitorización y las medidas dirigidas a bajar la PIC.

Resultados: De los 59 servicios de neurocirugía identificados, 29 (49,2%) respondieron a la encuesta. La dirección de la asistencia recaía a menudo (58,6%) sobre el intensivista. Muchos (69%) de los servicios no disponían de neurocirujano con especial dedicación al manejo y seguimiento de estos pacientes. La atención en puerta de urgencias recaía de forma habitual (51,7%) sobre el médico generalista de urgencias. La disponibilidad de TAC era unánime. La utilización de telemedicina era muy variable. La monitorización de la PIC se realizaba en más del 75% de los pacientes en la mayoría (89,7%) de servicios, pero existía poca implantación de otras técnicas de monitorización. Las medidas para el control de la PIC se realizaban de forma mayoritaria siguiendo las recomendaciones de las guías de práctica clínica.

Conclusiones: La organización y manejo del TCE grave en España es muy similar al de los países de nuestro entorno. Se observan, sin embargo, deficiencias tales como la escasa participación del neurocirujano en el manejo inicial de estos pacientes, la utilización insuficiente de la telemedicina y la baja implantación de ciertas técnicas de monitorización cerebral (SjO2, ptO2, doppler).