C-0294 - ECOGRAFÍA DE SUTURAS: ¿UNA PRUEBA VÁLIDA PARA EL ESTUDIO DE CRANEOSINOSTOSIS?
Servicio de Neurocirugía, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid, España. Servicio de Neurocirugía, Hospital Italiano de Córdoba, Córdoba, Argentina. Servicio de Radiología, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid, España.
Objetivos: Conocer la precisión de la ecografía de suturas en el diagnóstico de craneosinostosis y determinar la influencia de la edad, así como las ventajas y limitaciones de la prueba.
Métodos: Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo de lactantes valorados en consultas de neurocirugía pediátrica por deformidad craneal con sospecha clínica de craneosinostosis o deformidad posicional entre 2014 y 2020. Se incluyeron aquellos con ecografía de suturas craneales como primera prueba y se clasificaron según el resultado en positivos, negativos y no concluyentes para cierre precoz de suturas. Se comparó el resultado con el diagnóstico definitivo dado por tomografía craneal con reconstrucción tridimensional en los casos con resultado positivo o seguimiento clínico en el resto.
Resultados: Se seleccionaron 126 lactantes. La mediana de edad fue 4,12 meses (IQR 3,12 meses). 97 pacientes (77%) presentaron un resultado negativo en la ecografía, 19 positivos (15%) y 10 no concluyentes (8%). Se obtuvo una sensibilidad de 95% (76,4-99,1%), especificidad 100% (96,2-100%), VPP 100% (83,2-100%) y VPN 99% (94,4-99,8%). El motivo más frecuente del resultado no concluyente en nuestros pacientes fue dificultad para la valoración de las suturas coronales en 7 casos y lambdoideas en 3. Al incluir los 3 grupos en un modelo predictivo ajustado por la edad entre 2 y 12 meses, se observó que la sensibilidad y el VPP de la ecografía disminuían a 73 y 66% respectivamente a partir de los 6 meses de edad.
Conclusiones: La ecografía de suturas es una opción válida para el estudio de craneosinostosis, especialmente en menores de 6 meses con similar precisión que la tomografía. Por su alta especificidad y VPN puede indicarse como prueba de primera elección para descartar el diagnóstico, evitando la exposición a radiaciones ionizantes en la gran mayoría de lactantes que presentan deformidad craneal.