O-044 - LA ANGIOTOMOGRAFÍA (ANGIOTC) COMO PRUEBA DE CONTROL TRAS EL CLIPAJE QUIRÚRGICO DE ANEURISMAS CEREBRALES: ESTUDIO COMPARATIVO CON LA ARTERIOGRAFÍA
Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Badalona, España.
Introducción: La angiografía cerebral sigue siendo la prueba gold standard para el control de restos aneurismáticos tras clipaje quirúrgico. A pesar de estar asociada a mínimos riesgos, se trata de una prueba invasiva no exenta de iatrogenia, de disponibilidad limitada y que puede llegar a prolongar la estancia posoperatoria. La calidad de imagen de la angiotomografía (angioTC) ha mejorado en la última década.
Objetivos: Comparar la capacidad de detección de restos posclipaje quirúrgico de la reconstrucción 3D de arteriografía y angioTC en una serie reciente de aneurismas intracraneales.
Métodos: De una serie prospectiva de aneurismas tratados quirúrgicamente, se incluyeron en el estudio aquellos que disponían de angioTC y arteriografía posoperatoria. Se realizó una reconstrucción 3D de las angioTC mediante el software de planificación quirúrgico y se compararon los resultados con los de la arteriografía. Además, se recogieron variables que pudieran artefactar la reconstrucción como son el número de clips utilizados por aneurisma y el clipaje o la embolización previa. En los casos donde se objetivó un resto aneurismático se registró su tamaño.
Resultados: Entre enero 2020 y enero 2022, se incluyeron un total de 42 pacientes en los que se habían clipado 52 aneurismas (8 de ellos rotos). La angioTC presentó una sensibilidad del 50% y una especificidad del 97% en la detección de restos aneurismáticos. Los casos en los que la angioTC no detectó el resto aneurismático fueron aneurismas previamente embolizados o aneurismas complejos que requirieron una reconstrucción con 3 o más clips.
Conclusiones: A excepción de los aneurismas complejos (previamente embolizados o que requieran una reconstrucción con 3 o más clips), las imágenes 3D de la angioTC craneal muestran excelentes resultados en la detección de restos posoperatorios clínicamente significativos y pueden obviar la necesidad de una prueba más invasiva y menos disponible como es la arteriografía.