Introducción: Los adenomas hipofisarios pueden generar alteraciones visuales por compresión del quiasma óptico, afectando el campo visual (CV). La cirugía es el tratamiento de elección, pero la recuperación visual varía según diversos factores. Este estudio analiza el pronóstico visual a largo plazo en pacientes operados entre 2008 y 2019, con controles en consultas de Neurooftalmología a 1-3 meses, 6 meses, 1 año y 2 años poscirugía.

Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo en 49 pacientes con déficit visual prequirúrgico sometidos a cirugía de adenoma hipofisario. La evolución del CV se clasificó en: 1) mejoría, 2) estabilidad y 3) empeoramiento. Se analizaron variables como edad, sexo, tamaño tumoral, abordaje quirúrgico (sublabial, endoscópico o craneotomía), resección tumoral completa (GTR), índice de Knosp, clasificación de Wilson modificada para valorar la extensión supraselar y remisión posquirúrgica. Se exploró la relación entre tamaño y extensión tumoral y la recuperación visual, la influencia de la remisión posquirúrgica en la mejoría visual y la seguridad de la endoscopia endonasal expandida. Se excluyeron los microadenomas por su escaso impacto en la función visual.

Resultados: El 79,6% de los pacientes mostró mejoría visual, el 14,3% mantuvo un CV estable y el 6,1% empeoró tras la cirugía. La tasa de mejoría visual se mantuvo estable en la mayoría de los casos, excepto en aquellos donde no se alcanzó la remisión del tumor. No hubo diferencias estadísticamente significativas en la incidencia de complicaciones según el abordaje quirúrgico.

Conclusiones: La cirugía es efectiva para mejorar el CV, con una tasa de mejoría del 79,6%. La recuperación visual se mantiene estable a largo plazo, salvo en recidivas tumorales, donde la mejoría es limitada, destacando la importancia del control tumoral posquirúrgico. No se observaron diferencias en la tasa de complicaciones entre los distintos abordajes, lo que confirma la seguridad de la endoscopia endonasal expandida.