Los hematomas epidurales espinales postraumáticos constituyen una entidad descrita infrecuentemente en la literatura neuroquirúrgica. La mayoría de los casos publicados se catalogan como hematomas espontáneos y se definen como aquéllos que se producen en ausencia de traumatismo espinal, trastorno de la coagulación o anomalías vasculares como malformaciones arteriovenosas. Dentro de las causas traumáticas de hematoma epidural espinal se incluyen fracturas, daño espinal obstétrico, sangrado postquirúrgico, punciones lumbares y lesiones espinales penetrantes.

La incidencia de hematomas espinales epidurales en pacientes con fracturas espinales se encuentra entre un 0.5 y un 7.5% en distintas series, aunque existen algunos casos descritos en ausencia de fractura, especialmente en jóvenes.

Para la mayoría de los autores, el origen de los mismos se encuentra en la rotura de las abundantes venas del plexo solar. La sintomatología varía en función del volumen y la localización del hematoma y el método diagnóstico de elección lo constituye la RM.

En relación al tratamiento, algunos autores defienden una actitud conservadora en aquellos casos en los que se observa una evolución favorable, ya que la alta vascularización del tejido adiposo epidural puede permitir una reabsorción eficiente.

Se presenta un caso de una paciente de 69 años diagnosticada de hematoma epidural cervical postraumático, que tras un periodo de 72 horas de evolución favorable presentó un abrupto deterioro en su situación neurológica que obligó a una evacuación urgente de la lesión mediante laminectomía, a pesar de lo cual sólo fue posible una recuperación funcional parcial.

Se revisa la literatura y se discute la actitud terapéutica en estos pacientes.