OC-026 - ¿PUEDE UN SOLO BOLO DE UROQUINASA ADMINISTRADO A NIVEL DE LAS CISTERNAS BASALES AYUDAR A PREVENIR LAS CONSECUENCIAS DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA?
Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, Valencia, España.
Introducción: En los 80' la lisis del coágulo subaracnoideo aneurismático con uroquinasa o alteplasa (rtPA) demostró reducir eficazmente el vasoespasmo y los déficits isquémicos neurológicos, mejorando la supervivencia y el resultado clínico. Sin embargo, se abandonó esta modalidad de tratamiento cuando apareció el tratamiento endovascular.
Objetivos: Comprobar si la lisis del coágulo subaracnoideo mediante uroquinasa reduce el vasoespasmo, la duración de la estancia en UCI, la mortalidad, la necesidad de derivación permanente del LCR, y mejora los resultados de los pacientes.
Métodos: Enero 2007-diciembre 2019. 415 pacientes, aneurismas saculares, seguimiento de > 1 año. Grupos: ningún tratamiento (42), solo drenaje ventricular externo (16), terapia endovascular (155), clipaje (53), clipaje + uroquinasa UI 100.000 (116) y aneurisma cerebral incidental (33).
Resultados: La incidencia y la gravedad del vasoespasmo, la necesidad de derivación permanente del LCR y la mortalidad en la hemorragia subaracnoidea de grado ≥ III de Fisher fueron mayores con el tratamiento endovascular que con el clipaje quirúrgico asociado con la administración simultánea de uroquinasa a nivel de las cisternas basales. En los grados I y II de Fisher no hubo diferencias. Los mejores resultados de GOSE al alta, seguimiento a los 6 y 12 meses se observaron en las Fisher ≥ III con clipaje de emergencia más administración simultánea de uroquinasa (diferencia más significativa cuanto mayor era el grado de Fisher). No se observaron hemorragias intraventriculares, subaracnoideas, subdurales o epidurales, ni fibrinólisis sistémicas ni infecciones que pudieran relacionarse con la administración de uroquinasa.
Conclusiones: La administración de uroquinasa en bolo único de 100.000 UI a nivel de las cisternas basales reduce el vasoespasmo, la mortalidad y la necesidad de derivación permanente del LCR. No se asocia con un aumento de hemorragias intracraneales ni de fibrinólisis sistémica.