Introducción: Campylobacter fetus, bacilo gramnegativo con reservorio animal, se transmite tras la ingesta de alimentos contaminados o contacto con animales infectados. Es un patógeno oportunista que rara vez causa infecciones neurológicas, con solo 38 casos de meningitis, 3 de abscesos cerebrales y 1 caso de malformación cavernosa cerebral reportados en la literatura. La mayoría son personas inmunosuprimidas o con enfermedades crónicas. Aportamos un nuevo caso de absceso cerebral por C. fetus en un paciente previamente sano.

Caso clínico: Varón de 55 años, natural de Senegal, que consultó por síndrome meníngeo de una semana de evolución, con aparición de hemiparesia derecha y disminución del nivel de consciencia aguda. La tomografía computarizada craneal mostró una lesión quística con realce anular en los ganglios basales izquierdos con hidrocefalia. Dado contexto clínico sugestivo de absceso cerebral, se inició tratamiento antibiótico empírico con meropenem, linezolid y tuberculostáticos, además de colocar un drenaje ventricular externo con sensor de presión intracraneal. Se descarta disfunción inmunitaria. A pesar de la terapia inicial, el paciente presentó elevación de la presión intracraneal junto con disminución del nivel de conciencia. Se realizó ventriculostomía endoscópica y fenestración del absceso, de cuya muestra se aisló Campylobacter fetus. El tratamiento antibiótico fue ajustado, manteniéndose meropenem y suspendiendo el resto. Tras días de mejoría, respondiendo a órdenes simples, presentó deterioro neurológico con apertura ocular intermitente, hipo persistente y respuesta al dolor. Requirió varias recolocaciones de drenajes ventriculares externos, complicadas por hemorragias debido a fragilidad cerebral. A pesar de los esfuerzos para controlar la presión intracraneal, no hubo mejoría, apareciendo signos de enclavamiento, lo que llevó a limitar el esfuerzo terapéutico y resultó en fallecimiento.

Discusión: El absceso cerebral por C. fetus es una condición extremadamente rara, pero debe considerarse incluso en pacientes aparentemente sanos. Su pronóstico es generalmente desfavorable y requiere tratamiento antibiótico prolongado.