P-030 - ABSCESOS EPIDURALES ESPINALES ESPONTÁNEOS: SERIE DE CASOS Y REVISIÓN DE LA LITERATURA
Hospital Universitario de Salamanca, Salamanca, España.
Introducción: Los abscesos epidurales espinales espontáneos (AEE) son una patología infrecuente, de elevada morbilidad, cuya incidencia está aumentando. Se consideran espontáneos si no se asocian a trauma penetrante, intervención neuroquirúrgica u otros procedimientos invasivos. Su sintomatología clásica consiste en fiebre, dolor axial y/o irradiado, y déficit neurológico.
Objetivos: Descripción de dos casos de AEE y realizar una revisión sistemática de la literatura. Revisión de dos casos clínicos. Revisión sistemática de la literatura en PubMed con los términos Mesh: Spontaneous AND epidural AND spinal AND abscess.
Casos clínicos: Caso 1. Varón de 44 años con antecedentes de gonococo y sífilis. Clínica de febrícula, dorsalgia de pocas semanas, ciatalgia y paresia de MID (4/5). En RMN colección epidural posterior extensa a nivel dorsal. Se realizó laminectomía y evacuación del empieza en la región de mayor compresión. Cultivo positivo para SAMR. Recuperación neurológica completa a las pocas horas. Caso 2. Varón de 54 años sin antecedentes. Dolor cervical rápidamente progresivo, debutando a los 3 días con tetraparesia profunda. La RMN era compatible con absceso cervical anterior. Se realizó laminectomía cervical y microdiscectomía cervical con evacuación. Cultivo: SAMS. A la semana recuperación parcial notable de la fuerza en las cuatro extremidades. En la revisión: 40 hombres y 30 mujeres. Edad media de 48 años. Media de inicio del tratamiento 14 días. El nivel más frecuente es lumbar (44%), le sigue el cervical (22%). La sintomatología más común fue: fiebre (54%), dolor (77,7%) y déficit neurológico (58,4%).
Discusión: El incremento de los factores de riesgo parece relacionarse con el aumento de la incidencia. La clínica es inespecífica, lo que contribuye a la demora diagnóstico-terapéutica. La RMN es la prueba de imagen de elección. El tratamiento se basa en la evacuación quirúrgica, -el abordaje depende de la localización del absceso-, y posterior antibioterapia prolongada.