P-191 - ¿HASTA DÓNDE PODEMOS LLEGAR?
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.
Introducción: La radioterapia es un componente integral del tratamiento de los tumores del sistema nervioso. Mejoran la supervivencia, por lo que los pacientes están sometidos a más riesgo de desarrollar segundas neoplasias radioinducidas. Exponemos el siguiente paciente, donde la radiación y la probable susceptibilidad genética han resultado en una evolución fatídica.
Caso clínico: Varón de 31 años, natural de China, con clínica de oftalmoparesia izquierda, diagnosticado de un tumor de pared lateral de seno cavernoso y en la vaina del nervio trigémino derecho. Se asumió el origen mesenquimal de ambos tumores y fue tratado mediante radiocirugía estereotáctica (28 Gy Gammaknife) en su país natal. En la RM cerebral al año, objetivamos una infiltración del hueso esfenoides y nasofaringe. El PET TC desveló hipermetabolismo en cavum y ganglionar cervical. La biopsia endonasal confirmó un carcinoma nasofaríngeo. Se sometió a tratamiento con quimioterapia y vaciamiento ganglionar cervical. Ante la progresión precoz, se trató con protonterapia en cavum, región cervical y base de cráneo. En la RM cerebral tras 18 meses, apareció una hiperintensidad temporal izquierda en T2, la cual evolucionó a una voluminosa lesión sólido-quística. Se sometió a cirugía, resultando en radionecrosis. El tumor de seno cavernoso izquierdo, el diafragma selar y el nervio óptico, se hallaron de consistencia pétrea.
Discusión: Está demostrado que la radioterapia mejora los resultados de los pacientes con tumores del SNC, aunque suma el riesgo de aparición de neoplasias inducidas por radiación y radionecrosis. Son eventos raros, pero representan una complicación tardía significativa. Los tumores radioinducidos (meningiomas, gliomas de alto grado y sarcomas) cumplen con los criterios de Cahan: aparición en el campo irradiado, período de latencia de varios años e histología distinta del tumor primario. La protonterapia es una modalidad altamente precisa, aunque no exenta de riesgos como la radionecrosis, déficits neurocognitivos, hipopituitarismo y tumores secundarios radioinducidos.