Objetivos: Los cavernomas de más 6 cm de diámetro son consideradas gigantes y debido a su rareza pueden confundirse con tumores cerebrales.

Métodos: Hemos seleccionado de un registro prospectivo de malformaciones vasculares, los cavernomas intervenidos de más de 6 cm de diámetro.

Resultados: De 89 pacientes tratados quirúrgicamente de un cavernoma cerebral hemos encontrado dos gigantes. El primero se trataba de un hombre de 28 años que después de sufrir un traumatismo craneoencefálico las TC y RM craneales mostraron una lesión expansiva de más de 8 cm de diámetro máximo con captación del contraste heterogénea con calcificaciones y con la sospecha de oligodendroglioma frente a neurocitoma fue intervenido. El posoperatorio fue tormentoso y el paciente falleció a los tres meses de la primera cirugía. El segundo caso se trata de un paciente de 20 años con una historia de tres semanas de cefalea. El TC craneal mostraba una lesión expansiva de 7,5 cm. de diámetro máximo de morfología lobulada y de márgenes definidos en lóbulo frontal derecho. En la RM craneal se apreciaron múltiples lesiones puntiformes que sugerían cavernomatosis. Se realizó una amplia craneotomía, la lesión bien encapsulada, con focos hemorrágicos crónicos y otros subagudos aunque sin el aspecto típico, fue extirpada. La evolución clínica fue buena.

Conclusiones: En una revisión bibliográfica hay menos de 30 casos publicados. A pesar de los avances en las pruebas de imagen, pueden confundirse con lesiones tumorales malignas donde una biopsia podría ser ineficiente.