Introducción: La presentación ósea en los linfomas es frecuente, si bien la afectación craneal es muy poco común y cuando se presenta lo hace habitualmente acompañada de afectación sistémica.

Caso clínico: Presentamos el caso de una paciente de 72 años con antecedentes de neoplasia mamaria intervenida y tratada con QT en 2004, LES y cardiopatía isquémica tras SCA en 2019 con colocación de dos stents. Presenta a nivel parieto-occipital derecho lesión ósea lítica con masa de partes blandas. Tras biopsia de lesión se establece el diagnóstico de linfoma no Hodgkin tipo B, compatible con Linfoma folicular estadio IA FLIPI A. Se descarta afectación sistémica en PET TC y en la biopsia de médula ósea. Se descarta en comité de oncología el tratamiento quimioterápico de primera línea (RCHOP) dada la patología cardiaca de la paciente, iniciándose tratamiento con rituximab-bendamustina y radioterapia. En PET TC de control al cabo de un año se evidencia progresión local con importante destrucción lítica. En RMN se evidencia impronta sobre encéfalo y lesión en íntimo contacto con seno longitudinal superior. Se realiza punción lumbar sin datos de células malignas. Al tratarse de una lesión aparentemente localizada y no poder recibir la paciente el tratamiento quimioterápico óptimo, se propone craniectomía. Se realiza sin complicaciones intraoperatorias, objetivándose lesión no adherida al seno longitudinal superior. La paciente continúa en seguimiento por parte de Hematología y Neurocirugía. Catorce meses tras la cirugía la paciente está libre de enfermedad.

Discusión: El linfoma craneal primario es una entidad clínica muy inusual, la falta de casos impide tener algoritmos de actuación claros. Si bien en caso de que la cirugía sea técnicamente plausible o no pueda el paciente recibir el tratamiento óptimo por sus antecedentes previos, la intervención quirúrgica puede ser una herramienta útil.