Introducción: El angiolipoma es un raro tumor mesenquimal benigno afectando particularmente al canal raquídeo (generalmente, dorsal, epidural posterior/póstero-lateral), pudiendo ser encapsulados o infiltrantes (extensión vértebro-dural). Suelen afectar a mujeres entre 40-60 años. Clínicamente, cursan con dolor y déficit neurológico progresivo, derivado de la compresión medular. Histopatológicamente, compuestos de tejido adiposo maduro y vasos sanguíneos (capilares y, ocasionalmente, arterias pequeñas, en proporción grasa/vasos de 1-2/3). Radiológicamente, son similares a los lipomas, asociando una marcada vascularización. Presentamos el primer caso de angiolipoma espinal epidural dorsal global, sintomático, descrito en nuestro país, así como un análisis bibliográfico sistemático asociado.

Caso clínico: Mujer de 79 años, con antecedente de trasplante renal, en tratamiento inmunosupresor. Tras infección por coronavirus SARS-CoV-2 presenta trastorno deambulatorio progresivo (paraparesia global 2/5, nivel sensitivo D10, ASIA C), con hallazgo de una gran tumoración raquídea dorsal, epidural global (segmento D6-D9). Intervenida quirúrgicamente (laminectomía completa D6-D7-D8-D9), exponiendo un cordón medular envuelto por una gruesa capa de tejido amarillo-violáceo, hipervascularizado, sangrante y friable, compatible con tejido adiposo. Dicha lesión se introducía, lateralmente, hasta cara anterior medular, por los espacios interradiculares, preservando la integridad medular. Fue resecada de forma macroscópicamente completa, con buena respuesta clínica.

Discusión: El angiolipoma es un tumor benigno derivado de restos embrionarios conteniendo células madre mesenquimales pluripotenciales por diferenciación divergente (tejido adiposo y vascular). Su crecimiento puede estar directamente influenciado por procesos inflamatorios, estímulos hormonales (embarazo, particularmente) y traumáticos. La infección concomitante por coronavirus, en una paciente inmunodeprimida, debido a su potencial efecto protrombótico intratumoral, habría actuado como precipitante de la clínica neurológica de la paciente. Radiológicamente, para establecer su composición lipídica/vascular predominante y su potencial infiltración medular, se precisa RMN con contraste. El tratamiento electivo es la resección macroscópicamente completa, pudiendo precisar, en casos hipervascularizados, embolización selectiva preintervención. En caso de resección incompleta, no precisa de terapia complementaria quimiorradioterápica.