Introducción: El linfoma primario del sistema nervioso central (LPSNC) es un tipo de linfoma no Hodgkin de células B de características agresivas, por lo que el diagnóstico precoz del mismo cobra especial importancia para el inicio temprano del tratamiento quimioterápico. Tratándose de un tumor no quirúrgico, el papel del neurocirujano se basa en la obtención de una muestra, dejando el tratamiento en manos de los especialistas en hematología. Históricamente, las lesiones cerebrales con características radiológicas susceptibles de ser un LPSNC han sido filiadas mediante biopsia.

Caso clínico: Mujer de 63 años fue derivada al servicio de Neurocirugía por hallazgo radiológico en RM de lesión captante de contraste en región peduncular-subtalámica izquierda con extensión contralateral. En TAC toraco-abdomino-pélvico no se evidenciaron lesiones de aspecto tumoral en otras localizaciones. En la analítica sanguínea destacaba únicamente una linfopenia. Ante la sospecha de LPSNC como primera posibilidad y valorando riesgo-beneficio de realizar biopsia cerebral, se decidió estudiar líquido cefalorraquídeo (LCR) obtenido por punción lumbar evacuadora mediante la técnica de citometría de flujo. El análisis resultó positivo para linfocitos B clonales con inmunofenotipo compatible con linfoma de células B maduras. Se contactó con el servicio de hematología y la paciente recibió primer ciclo de inducción quimioterápica con el régimen MATRIx (metotrexato, citarabina, rituximab, tiotepa) obteniendo buena respuesta.

Discusión: Si bien la biopsia cerebral sigue siendo el gold standard para el diagnóstico definitivo de las lesiones intracraneales, el análisis de LCR mediante citometría de flujo puede ser de utilidad en aquellos tumores localizados en zonas de difícil acceso. No obstante, es de suma importancia conocer las limitaciones del mismo y ampliar el estudio con una biopsia cerebral en casos de citometría negativa.